martes, 10 de julio de 2012
Capitulo 2 - La Doncella deforme
Cuando desperté, sentí que realmente no había despertado, me sentía algo adormecida como si hubiera estado mucho tiempo durmiendo. Tal vez fue así… y no solo eso, estaba amarrada, amordazada, no podía moverme. Recuerdo…el olor…..el olor de ese lugar era horrible, tan horrible que me provocaron arcadas. Miraba a los lados como podía, el estar amarrada me proporcionaba poca movilidad, no podía observar en esa oscuridad aunque forzara mi vista solo identificaba algunas siluetas oscuras de lo que parecían ser objetos en mesas dentro de esa terrible oscuridad, era un lugar espantoso con aparatos e instrumentos extraños, no lograba reconocer ninguno en aquella oscuridad.
Me sentía indefensa, cargaba poca ropa encima, sin poder moverme, solo podía pensar en las cosas horribles que estarían a punto de pasarme, pero ni siquiera mi imaginación pudo llegar a imaginar la atrocidad que estaría por pasarme.
No podía evitar llorar, las lágrimas corrían por mi rostro y sollozaba al punto de casi no poder respirar. Permanecía amarrada en aquella fría mesa, llorando y esperando la muerte…ojala hubiera sido así.
Sentí la puerta de esa habitación cerrarse y alguien dirigirse hacia mí y abrí mis ojos como platos, me movía desesperadamente intentando soltarme aun llorando, solo logre provocarme un fuerte dolor de cabeza, lo que empeoro cuando aquella persona encendió una brillante y blanca luz justo encima de mí, me encandilo y cerré fuertemente mis ojos. Intente ver a aquella persona mientras buscaba algo en unos cajones y repisas de la habitación, pero estaba de espaldas y no pude ver su rostro.
Cuando por fin se acerco seguía sin distinguir su rostro, las lágrimas en mis ojos y la fuerte luz nublaban mi vista.
Casi de improviso sentí como algo punzante cortaba mi piel. Solté un pequeño grito, el que aumento cuando empezó a afincar y mover el cuchillo mas bruscamente contra mi piel cortándola fácilmente. El seguía cortando mi cintura en dos, sin ningún tipo de anestésico ni calmante, el dolor era terrible pero mis gritos eran ahogados por la mordaza. Paro por un momento, parecía haber terminado algo; yo no paraba de jadear y sollozar, me estremecía a causa del dolor. La piel y la carne de mi cintura estaban cortadas en dos, sentía la sangre salir de mis piernas, me sentía cada vez más débil pero el dolor no cesaba. Aquella persona encendió una especie de sierra o taladro, el sonido era escandaloso y perturbador. En el momento que sentí como aquella cierra tocaba mis huesos solté el grito más terrible que nunca hubiera escuchado. No paraba de gritar con las fuerzas que me quedaban, sentía el sudor en mi frente y casi todo mi cuerpo,un infinito dolor recorría mi cuerpo provocado por aquella sierra que cortaba mis huesos. Ya no podía moverme, el dolor era insoportable, sin embargo no dejaba de gritar, cada grito se volvía mas intenso hasta que perdí la conciencia a causa del dolor.
No paraba de preguntarme unas cosa………… ¿Por qué a mí?
Desperté en una habitación completamente blanca y pulcra. Al abrir mis ojos me costó un poco acostumbrar mi vista a la luz, parpadee unas cuantas veces hasta dejar de ver borroso. Me sentía entumecida, me costaba moverme. El primer movimiento que logre hacer fue mover un poco mi mano seguido de mi brazo…lleve lentamente mi mano a mi cabeza, aun me sentía mareada. Cuando intente mover mis piernas un dolor increíble paso por todo mi cuerpo, haciéndome soltar un grito seguido de jadeos.
Cuando logre mover un poco mis rodillas, mis piernas no dejaban de temblar. Mis piernas se sentían tan extrañas que lleve mi mano hasta ellas….y mi piel…se sentía como la de un animal, mis ojos se llenaron de lagrimas de nuevo. Como pude me senté entre gritos y jadeos, el dolor que sentía en mis piernas era infernal, al mirar mis piernas abrí mis ojos con terror y me eche a llorar a gritos llena de pánico. Mis piernas…ya no eran mis piernas…eran las de un animal…..ahora tenía piernas de cabra.
No tienes idea del terror que sentí en ese momento, ni siquiera puedes imaginar como es despertar en un lugar así, luego de haber pasado por eso, despertar de una pesadilla solo para entrar en una aun peor. No tienes idea de lo terrible que es despertar con unos miembros de animal, horribles. El olor sangre y mutilación no salia de mis fosas nasales.
Cuando mi llanto ceso intente pararme, solo lograba caerme y hacerme moretones, no podía acostumbrarme a esas piernas, no solo eso, sentía como si mi cabeza fuera a explotar. Seguía llorando cada tanto.
Pase horas sola haciéndome daño hasta lograr ponerme de pie. Tras caminar temblorosa por la blanca y vacía habitación volví a tirarme en el piso, llore hasta quedarme dormida deseando nunca despertar.
Pero desperté, lo que me despertó fueron unos pasos que oí fuera del pasillo, me mantuve sentada recostada de la pared esperando que alguien entrara, mirando fijamente la puerta.
El sonido de los pasos se detuvo frente a la puerta, inmediatamente alguien la abrió. Era el tipo del otro día…el de la tienda, no lo había olvidado, su pelo largo gris, ojos rojos como la sangre y joven rostro eran muy fáciles de reconocer…en ese momento, no sabía cómo reaccionar.
-Buenos días, Miku –Dijo con la misma sonrisa de la otra vez en la tienda que hizo que mis pelos se pusieran de punta.
-..T-tu…¿¡tú me hiciste esto!? – Gritaba. Mi voz sonaba temblorosa, quería retarle, golpearle en la cara y salir corriendo, pero no solo me sentía débil...tenia miedo, mucho miedo…era a causa de el. Se acerco a mí y acaricio mi mejilla haciéndome temblar de terror.
-No grites Miku, dañas tu hermosa voz.
- ¡Aléjate de mí! ¡No te me acerques! – Le grite intentando alejarme. El tapo mi boca bruscamente con su mano y sonrió.
-Mi nombre es Haku Yowane, debes dirigirte a mí como…el director del circo –Quito su mano de mi boca y miro su reloj -Ya es hora de irnos –Dijo, luego saco una cuerda de su bolsillo y empezó a amarrar mis manos.
-¿¡Que haces!? ¡Suéltame! – Forcejee para que no me amarrara pero el tenia más fuerza que yo, yo seguía muy débil y bastante mareada.
-Miku, es inútil –Me hablaba de cerca, lo que me producía una increíble molestia y nausea en el estomago – ¿Acaso sabes donde estamos? Aunque escaparas, estas en medio de la nada Miku –Sonrió. Yo solo pude reaccionar llorando en silencio ante aquello que me dijo. Era cierto, yo estaba en desventaja y no podía hacer nada...estaba débil e ignoraba completamente en donde estábamos. Me puso una venda en los ojos mientras decía riendo.
-No llores, pronto estarás en tu nuevo hogar.
Notas del Cap: El instrumento que uso Haku para cortar los huesos de Miku se llama sierra oscilante, tienen la libertad de buscar como luce en google :D y el objeto que uso para cortar la carne y piel de Miku es un cuchillo curvo.
**Bueno, me pareció un poco largo, tedioso y toda la cosa. En fin que si les gusto comenten :D y si les parecio terrible mandenselo a sus enemigos para que se jodan >:-)
jajajajaja COMENTEN JODER :D
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